Ahora que la firma ha anunciado el servicio inminente de su esperada Enzo3 parece el momento de hablar de la Zeno como ese parapente cuya idea original era dotar a los fanáticos del cross de una herramienta competente, y a los competidores en progresión de una aeronave accesible en su camino a los impresionantes bólidos CCC de dos bandas destinados a ganar en la máxima categoría. Si eres uno de ellos seguro que estas reflexiones te parecen interesantes. Siempre que escribo un texto desmenuzando un producto intento hacerlo tras un buen periodo de prueba y contrastando mis impresiones con las de otros pilotos, lo que sin duda aporta un punto de vista amplio y fiable. En el caso de la Zeno no ha sido distinto y he preferido completar más de una treintena de horas de vuelo en diferentes condiciones y unas cuantas tertulias post-navegación para evitar mostrar exclusivamente una “primera impresión”. Si bien las tomas de contacto ofrecen en ocasiones información interesante, considero que la nueva aeronave de Ozone se merecía un trabajo exhaustivo. Además de volar, los testimonios de otros pilotos que poseen la misma vela y proceden o tienen experiencia en otras dos bandas y CCC´s pero, sobre todo, conocen en profundidad la EnZo2 con la que se ha comparado hasta la saciedad, han sido de gran relevancia. En primer lugar necesito confesarme: sí, soy uno de esos pilotos que vienen de una EN D de tres bandas digamos “clásica”. De esas que están en el centro de la homologación. Aunque también es verdad que he flirteado con Serials más picantes, con otras más tranquilas, que paso muchas horas bajo juguetes ligeros de la misma homologación ideados para vuelo en montaña y que he navegado en CCC de las más altas prestaciones. Pero lo que intento decir es que mi punto de vista es primordialmente el de alguien que “asciende” desde un segmento concreto que conoce bien, por si ello ayuda a pilotos provenientes de categorías inferiores o máquinas más “sencillas” que la que centra la prueba. Zeno es un parapente clase Serial para pilotos expertos familiarizados con este tipo de velas, procedente del desarrollo de la EnZo3. Su perfil, muy bien definido, y su arco son resultado de estudios que han dado como fruto una vela situada -tanto en rendimiento como en manejo- entre el citado parapente de competición de alto nivel de la firma y la gama Mantra (M6, LM6) con la que comparte homologación. Podría pensarse que se trata de una EnZo domesticada, pero esa simplificación parece tan incorrecta como concluir que en cualquier marca todas las alas, hasta acabar en las de iniciación, son el resultado de descafeinar las de más alto nivel y a continuación las diferentes familias sin tener en cuenta elementos decisivos para el diseño que permiten destinar productos concretos a cada nivel y tipo de piloto. La Zeno nació como una herramienta que permitiese el acceso al conocimiento de las técnicas necesarias para volar velas de dos bandas a pilotos en progresión hacia la máxima categoría, todo ello sin el impacto que puede suponer pasar de una D clásica a una rapidísima CCC. El resultado es una excelente vela para hacer distancia que atrapará a los “crosseros” y que pilotos veteranos de competición y velas Open pueden exprimir al máximo gracias a su superior seguridad pasiva frente a sus monturas habituales. Su impresionante rendimiento es útil no sólo para competir en la clase Serial; los eventos disputados hasta ahora han constatado que puede plantar cara a los grandes bólidos de última generación de los que –con inferior alargamiento y prestaciones algo reducidas- no parece estar tan lejos. DESDE EL SUELO Con un alargamiento real que se anunció de 6´95 y ha quedado simplificado en las especificaciones de Ozone como de 6´9, 78 cajones y el número de anclajes que proponen sus dos bandas, la Zeno no es precisamente una masa sólida que sube tan compacta y armada como lo hacen sus hermanas M6 o LM6. Una buena preparación en el suelo evita que las puntas se eleven antes que el centro del ala comprometiendo el ascenso y ofreciendo sensación de “vida propia” hasta que el conjunto coge presión. Aun así no es un parapente agresivo que se dispare incontroladamente o se encorbate engorrosamente mientras asciende, como ocurre en muchas velas de alargamiento similar, o incluso menor. Su combinación de tejidos es la misma que ya incorporaba la EnZo2 y curiosamente es la que se emplea para la nueva E3 y similar a la de la mayoría de parapentes ligeros de la marca. Ello hace que suba con gran facilidad pero, precisamente por la propia masa de la tela y su “Shark Nose”, de modo relativamente dosificable para ser una vela de sus prestaciones. A pesar de todo exige mayor control en el suelo que sus familiares de la serie Mantra y cierta experiencia si no se está muy familiarizado con alas de dos bandas. Aunque en vuelo se muestra como una roca, la maniobra de despegue con este parapente –como pasa en prácticamente todos los de sus características- siempre es un momento delicado pues exige actitud, control, velocidad del piloto y cierta confianza de este quien no nota una ingente presión (especialmente en las puntas) durante la fase de aceleración. SALIENDO A VOLAR: PILOTAJE Y GIRO Una vez en el aire el Zeno se muestra sólido. Compacto, cohesionado. Avanza linealmente, en una pieza, y sorprende por su fácil deslizamiento y velocidad, máxime si no se han pilotado antes parapentes de estas prestaciones. Su solidez es precisamente uno de sus puntos criticables para algunos, en especial pilotos procedentes de la categoría reina. Hablan de que filtra tanto lo que ocurre en las masas de aire por las que navega que quizás el piloto reciba poca información. Sin embargo, está demostrando día a día que lo que ofrece es en cierta medida suficiente, sobre todo para no estresar a pilotos que emplean el acelerador “a tope” con frecuencia y necesitan datos discriminados (donde previamente se haya apartado lo que es útil y lo que no). Consultando a quienes suben de categoría las opiniones son contrarias. De modo casi unánime apuntan que reciben más información que con velas tres bandas EN D convencionales, lo que da prueba del equilibrado trabajo que se ha hecho en una puesta a punto que parece intentar conciliar los gustos y necesidades de sus posibles pilotos. Un avance en bloque con trayectoria precisa que sólo se resiente un poco en turbulencia por la viveza de unas puntas que dan datos sobre el tipo de masas que se atraviesan. El mordiente en térmica es suave, no excesivo, lo que también separa un poco el Zeno de su hasta ahora hermano mayor de nombre Enzo2. Es una nave muy ágil, dinámica y enérgica. Incluso más de lo primero que otras D´s de tres bandas, pero a cambio exige– por muy inofensiva que la vean pilotos de CCC´s- mayor trabajo y control de alabeo y cabeceo para mantenerla sobre la cabeza, sobre todo si las térmicas son potentes, turbulentas o están rotas. El giro es soberbio, una de las cosas que más encandilan del parapente por su naturalidad, aunque debido a un arco no demasiado pronunciado requiere cierto esfuerzo para enroscar térmicas dando una sensación de coordinación inferior que la que se tiene con velas de tres bandas. Por el contrario, este diseño hace que la estabilidad en transición sea enorme, ofreciendo su máximo planeo con un par de centímetros de acelerador y un feeling de rigidez que aporta mucha confianza e invita a hundir el pedal. El pilotaje a las bandas B es intuitivo, gracias a los dos cilindros de madera (es bueno esforzarse empujando en cierta medida, con algo de tono muscular en los antebrazos, evitando ir colgado de ellos reduciendo así la velocidad de la aeronave). Se puede hacer casi todo con esos mandos, pues la información que se recibe es suficiente para, con una actuación rápida, evitar algún cabeceo imprevisto. Los frenos se reservan al giro y movimientos de gran amplitud. En una vela tan veloz, y aunque la respuesta es muy directa, no se debe tener un miedo excesivo a una pérdida pues está muuuy lejos y es fácilmente reconocible. El amplio rango aporta un interesante campo de exploración para conseguir la mejor tasa de ascenso. RENDIMIENTO Y SEGURIDAD La Zeno es una vela que se ha comparado hasta la saciedad con la EnZo2. Numerosos enfrentamientos han establecido que gira mejor, rivaliza en velocidad y aún planea 0,4 puntos más que la segunda cuando es acelerada a tope. La ventaja de la EnZo2 puede estar en la mayor cantidad de información que aporta al piloto y una superior flotabilidad en atmósfera calmada y condiciones flojas, a mandos sueltos y sin acelerar. Pero cuando se pisa, o las masas de aire están más movidas, todo cambia. No obstante, el mordiente de la EnZo, lo que se “lanza”, está controlado en la Zeno, que parece un poco más perezosa para tirar hacia adelante. El resultado es, no obstante, el de un producto equilibrado con un rendimiento de Copa del Mundo pero dosificable, que no produce sobresaltos. Es por ello que destaca como una gran máquina para cross. Combinada con un arnés de competición que permita sacar todo su potencial no hay distancia que se resista. Excelente tasa de caída y cómodo pilotaje acelerado (algún truquito que circula por internet permite, con una sencilla modificación en las poleas de las bandas, rebajar la tensión sobre las piernas del piloto), con buen tacto y optimizado para no castigar excesivamente el físico en una máquina diseñada para ir acelerada. Atendiendo a su superficie, que Ozone ha estudiado para que los pilotos de M6 escojan la misma talla que ya volaban pero equipando sus sillas con un paracaídas adicional, se recomienda llevarla cargada hasta 3 kg por debajo del tope en días flojos y a tope en días más potentes. Personalmente he probado las dos opciones (volando una talla MS, que va hasta los 100 kg.) y, aunque se aprecia lo segundo, llevarla cargada tampoco penaliza excesivamente en ascenso, si bien el mando se endurece un poco, se hace más directo y la vela parece más sólida. La mejora de velocidad tampoco es alarmante, y sólo me lo plantearía en competición, no necesariamente para cross. Usarla con 3 kilos por debajo ofrece una enorme seguridad y un buen compromiso prestaciones-velocidad. De ella se recibe más información que de un ala de tres bandas, con lo que acelerada puede resultar relativamente más segura o, como poco, menos sorprendente. Pero, eso sí, también invita menos a “rascar” si nos quedamos bajos y estamos muy cerca de abruptos relieves. No se puede olvidar que es una vela muy avanzada, y hay que saber cómo actuar en cada momento con bandas traseras y acelerador para controlar la incidencia. La letra que ha resultado en su homologación puede dar lugar a dudas y, quizás, malentendidos. Es cierto que la vela ofrece una seguridad similar a otras D´s clásicas con las que rivaliza en comodidad, pero como decimos su exigencia es un poco superior y resulta recomendable que quienes ascienden de la categoría C pasen antes por una Serial convencional. Por supuesto que pilotos con talento, aquellos que hagan cursos de resolución de incidencias en vuelo habitualmente, etc… se pueden sentir cómodos rápidamente con ella. Pero lo idóneo tal vez sea la ascensión escalón a escalón y, se quiera o no, esta Zeno está un paso por encima de otras aeronaves que han obtenido la misma letra a pesar de su comportamiento más “clásico” y menos “deportivo”. También es cierto que no es mucho más delicada que una Serial con tejido de mayor gramaje, donde por cuestión de masa la apertura de cualquier plegada también puede ser muy explosiva. Pero es verdad que la Zeno, aun resultando un poco más fácil que la Enzo2 sobre todo debido a su alargamiento, tiene unas inercias similares a la veterana CCC y por tanto hay que estar muy alerta para controlar una buena abatida en caso de “problema” grave. Resulta igualmente evidente que la absorción de turbulencias en navegación es muy buena, y cuando el ambiente está movido sus abatidas y movimientos son manejables. La vela es muy consistente y a poco que se mantenga un pilotaje activo no tendrá la mínima intención de plegar por esa característica natural a adaptarse a las masas de aire de que hacen gala las velas de tejidos ligeros. CONSTRUCCIÓN Y ACABADOS Su fabricante lo apunta: la Zeno es una vela que está “a la vanguardia” tecnológica y tiene una construcción “compleja”. Irradia tecnología (sólo hay que echar un ojo a su construcción interna) y calidad en sus tejidos, bandas y otros componentes. Cuenta con Shark Nose, larguísimas varillas de náilon, minicostillas en el borde de fuga, cintas transversales de carga en materiales muy robustos, un elaborado sistema de costillas y diagonales... Eso sí, no se deben buscar eslabones giratorios (antigiro, emerillón o quitavueltas) en los mandos. La marca siempre apunta que es para evitar cortes, por lo que hay que estar atentos y deshacer las vueltas normales que se dan con el uso si se quiere proteger los cordinos de la fricción. Los mandos vuelven a ser los clásicos “blandidos” y grandes de Ozone que, como ya he apuntado en otros análisis, seguro hacen las delicias de pilotos con manos grandes aunque a los más pequeños nos queden enormes hasta con guantes gruesos. Las bandas también resultan familiares si se conoce a fondo la colección del productor, aunque adaptadas al sistema 2 elevadores que precisa la aeronave. Con tejido ligero Skytex 27 Classic, excepto en el borde de ataque y parte del extradós donde incorpora Dominico 30D, es relativamente compacta y con un peso contenido (5 kg en talla MS), dada su trabajada construcción. Las líneas son Edelrid de las serie 8000U. Al ser un parapente de altas prestaciones conviene realizar un mantenimiento exhaustivo, y revisar y sustituir el suspentaje en el momento preciso si se quiere conservar su rendimiento. En una de las imágenes, detalle de una de las bandas donde se aprecia la polea tradicional (no anillo cerámico como muchas creaciones modernas), con un cordino de buena longitud para permitir un pilotaje más libre y completo. El mando ha sido modificado. En otra de las imágenes aparece un mando original. Velcro y conducto para limpieza de los estabilos. Sistema de fruncido en el borde de fuga, y acabado con tejido que aporta una mayor tensión y rigidez. FOTOS: JOSÉ I. GORDITO ¿PARA QUIÉN?
Me atrevería a decir que es ideal para aquellos que no comprarían una M6 o LM6 porque precisen más prestaciones pero a los que una EnZo3 les parezca demasiado, no se vean con la capacidad de extraer todo su potencial o sencillamente no la necesiten por no competir en determinados círculos o por dedicarse exclusivamente a hacer distancia sin participar en torneos. Definida por muchos pilotos como sumamente estable, permite ir más a fondo en condiciones turbulentas de lo que velas incluso con mayores cualidades invitan a pisar el pedal del acelerador. Todo un aliciente: atributos aprovechables en cualquier tipo de situaciones. La duración de los tejidos ligeros con los que va equipada es bastante sorprendente. Sólo hay que echar un ojo a las horas que muchos pilotos han hecho a sus EnZo2 para tener una idea de que son más longevos de lo que aparentan. Sea para cross o competición –siempre con permiso de la nueva aeronave de altas prestaciones de la firma- la Zeno es una vela que no deja indiferente. Convierte la energía en altura, como buena vela de competición. Ofrece un giro natural, dinámico, eficaz. Tiene un tacto firme y una respuesta al pilotaje directa y divertida. Y abre otra dimensión: la de las velas de gran planeo y velocidad. Un rendimiento de Copa del Mundo, o “casi”, pero con la seguridad de una vela de homologación EN D capaz de mantener al piloto sin estrés por su solidez. Rendimiento sobresaliente con un compromiso seguridad-prestaciones de altísimo nivel. Se fabrica en 4 tallas y 4 combinaciones de color (de serie). Más información en: http://flyozone.com/paragliders/es/products/gliders/zeno/info/ Agradezco las aportaciones de los pilotos de alto nivel Xevi Bonet, Juan García y Larry Pino, entre otros buenos amigos, que han sido de gran utilidad para la realización de este texto. José I. Gordito
0 Comentarios
La esperada tercera generación de la Delta ya está aquí. Su antecesora marcó una referencia en términos de comodidad y rendimiento aprovechable e hizo las delicias de muchos pilotos alrededor del mundo, que siempre se han mostrado muy satisfechos. El cambio de las normas de homologación puso a prueba al equipo de Ozone para conseguir una aeronave que entrase en la categoría EN-C sin líneas adicionales de plegado, pero que conservase toda la esencia de la Delta2 en lo tocante a seguridad y comodidad. Tres años de trabajo y numerosos prototipos con diferentes alargamientos han desembocado en un parapente de tres bandas que mantiene el de la versión 2 (6 puntos) aunque ha reducido levemente su superficie. Muchos detalles heredados del desarrollo de otras alas de alto rendimiento de la marca (refuerzos en borde de ataque –equipado con Shark Nose-, nuevo arco…) con un nuevo plano de suspentaje (por ejemplo las C´s cuentan con una ramificación final en varias líneas cortas) que reduce la resistencia parásita y optimiza muchos aspectos del pilotaje. Ahora el mando es más directo pero nada violento en su comienzo de actuación y mantiene suficiente longitud como para disminuir mucho la velocidad (importante para sacar todo su potencial en ascenso girando en térmica) reservando una alta seguridad. La velocidad “manos arriba” es aproximadamente la de la versión anterior, si bien se ha incrementado notablemente tanto la velocidad como el planeo cuando se hace uso del acelerador. Muy estable incluso en atmósfera turbulenta donde únicamente entra de vez en cuando alguna puntita de los estabilos (más vivos que en la versión 2) sin que ello aporte desconfianza invitando a soltar el acelerador o volver a los mandos abandonando el pilotaje a las asas de las bandas C. Amortiguada pero más informativa que su predecesora. Un conjunto de detalles que hacen de ella toda una máquina “de cross”. Los mandos son los habituales de Ozone: grandes y blandos, más adaptados a manos de buen tamaño o a quienes las hacen “pasar por el aro” para pinzar el cordino entre pulgar e índice. Sin quitavueltas. Fabricada en tejido duradero: Dominico 30D MF tanto para intradós como para extradós y Dominico 30D FM (Firm para las costillas. Cordinos Edelrid serie 8000U. Aunque han cambiado algunas cosas en esta Delta, como el diseño de su legendario dibujo, la esencia sigue siendo la misma con la calidad en construcción y detalles que irradian todas las creaciones de la firma. Hemos podido probarla en un vuelo de cross en condiciones turbulentas y otro de varias horas en atmósfera más calmada (donde hicimos algunas perrerías) y nos ha gustado su compacidad, la confianza que transmite, su planeo y rendimiento acelerada pero, ante todo, lo bien que sube y lo fácil que gira. Un comportamiento muy sano ante plegadas, que podría hacer pensar que se está bajo una vela de categoría inferior. Orejas relativamente estables aunque no parece uno de sus puntos fuertes. Recuperar el vuelo normal tras liberarlas exige bombeo, pero la arquitectura de suspentaje ha sido muy cuidada para evitar corbatas. Vamos: la Delta de siempre pero con un mando que la hace ¡aún más divertida! Un parapente que seguro dará mucho que hablar tanto en competición en la categoría Sport como en los ambientes de los apasionados por la distancia. Dentro de poco una prueba exhaustiva. Se fabrica en 6 tallas y 5 combinaciones de color (de serie). Más información en: http://www.flyozone.com/paragliders/es/products/gliders/delta-3/info/ José I. Gordito |
AutorBlog del alpinista, piloto de parapente, fotógrafo y cámara José Isidro Gordito ideado para compartir pruebas de material, consejos y astucias que conviertan la estancia en la Naturaleza en momentos seguros y placenteros. Archivos
Mayo 2023
Categorías |