Cuando surcamos el cielo compartimos espacio con sus legítimos pobladores. Debemos ser respetuosos intentando no desarrollar nuestra actividad en áreas restringidas o protegidas, especialmente en época de reproducción,
Por otro lado, y aunque las probabilidades de colisión son pequeñas, no debemos descartar que son posibles. Lo dice alguien que hace relativo poco tiempo tuvo un importante incidente con un amigo alado. Varios son ya los casos reportados, y eso invita a extremar las precauciones. Hacerse ver, incluso gritando, respetar el sentido de giro de las aves y su navegación permitirá que no se estresen y cambien espontáneamente su rumbo introduciéndose en nuestra vela. Pasamos mucho tiempo cerca de buitres leonados (Gyps fulvus) y, cada vez más frecuentemente, con buitres negros (Aegypius monachus) cuya población parece haber aumentado, afortunadamente, por lo que refieren muchos pilotos de parapente. Estos accipítridos de gran tamaño ralentizan algunas de sus funciones mientras vuelan, ahorrando al máximo la energía que precisan para recorrer grandes distancias hasta encontrar alimento. Es cierto que suelen estar más activos cuando están hambrientos, y cubren distancias mayores moviéndose más lejos de los dormideros que cuando están saciados. Pero como pasan de maximizar la obtención de alimento durante los primeros días a minimizar el gasto energético los días siguientes, coincidir con ellos en el aire en esta fase puede aumentar el riesgo de colisión. Ojos abiertos y mucho respeto a estos y otros maestros de los que nos aprovechamos sin cesar. José I. Gordito FOTOS: MARGA SANZ
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AutorBlog del alpinista, piloto de parapente, fotógrafo y cámara José Isidro Gordito ideado para compartir pruebas de material, consejos y astucias que conviertan la estancia en la Naturaleza en momentos seguros y placenteros. Archivos
Mayo 2023
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